Carolee Schneemann pertenece a una primera generación de artistas femeninas pioneras en las prácticas de video, cine y performance.
La exuberancia y la franqueza política de las prácticas de Schneemann se oponen a un cierto “ascetismo” casposo que se ha enquistado en el mundo artístico profesionalizado.
Su trabajo no es solo un testimonio de sus preocupaciones; nos ofrece una visión amplia, con dosis ásperas de realidad humana, donde la imagen resuena como un resurgimiento atávico del cuerpo de la mujer, un abrazo saludable al placer y las posibilidades liberadoras del género histórico.